«The Martian»: La ciencia de la supervivencia.

«The Martian» (2015)

Ridley Scott, el director británico artífice de obras de culto como “Alien” (1979) o “Blade Runner” (1982) venía dejando, de un tiempo para acá, un sabor agridulce con cada una de las películas que estrenaba. Esta irregular racha llega a su fin con “The Martian” (2015) su último trabajo, estrenado el pasado 16 de Octubre en España.

La película nace como adaptación de la novela homónima del escritor estadounidense Andy Weir y cuenta la historia de Mark Watney, interpretado en la película por Matt Damon (sí, aquél al que ya hubo que rescatar en “Interstellar” 2014 y en “Saving Private Ryan” 1998) un astronauta que tras sufrir un accidente durante una misión en Marte es dado por muerto por el resto de su tripulación, siendo abandonado a su suerte en el planeta rojo.

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Son muchas las comparaciones con “Cast Away” (2000) aquella película en la que Tom Hanks naufragaba en una isla totalmente desierta, sin más compañía que un balón de voleibol llamado Wilson. Una pequeña anécdota: Tom Hanks no ganó el Oscar a mejor actor ese año (ya tenía dos por aquél entonces) arrebatándoselo Russell Crowe por su papel en “Gladiator” (2000), dirigida por…Ridley Scott.

Si bien es cierto que los paralelismos son claros, “The Martian” da un paso más allá en ambición, y la búsqueda de la supervivencia aquí no es tan “sencilla” como en una islita desierta de nada. El planeta rojo, donde no hay oxígeno que respirar, ni agua que beber (habría sido un puntazo que Matt Damon la descubriera en la peli, pero no), ni comida con la que alimentarse. Uno de los lugares más inhóspitos en los que quedarse varado, donde ni las bacterias son capaces de sobrevivir debido a la temperatura y las radiaciones.

Sin embargo, Mark Watney tiene un arma infalible: la Ciencia. Mark es astronauta, pero más importante aún que eso, es botánico, y sabe que puede sembrar patatas con su propia mierda, entre otras muchas cosas guays. Si en Náufrago el problema que se explota es la dificultad del ser humano para enfrentarse a la soledad, en “The Martian” el ser humano adquiere una dimensión menos importante. En palabras del propio Mark, durante un monólogo cargado de emotividad: “si muero, habré muerto por algo que es mucho más importante que yo”.

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La Ciencia adquiere, pues, total protagonismo en una historia que se nos cuenta de manera excelente, manejando los tiempos con muchísima precisión gracias a la estructura narrativa que hereda de la novela, y que se hace muy amena gracias al constante intercambio de escenas entre Marte, donde se consigue una fotografía espectacular durante algunas tomas aéreas, y la Tierra, donde la NASA trabaja a destajo en un plan de rescate.

Además de la supervivencia y la más que obvia temática de ciencia ficción, “The Martian” también explota el humor, la mayoría de las veces proveniente de nuestro carismático protagonista, y otras del resto del elenco, donde cada personaje aporta su granito de arena a la historia, desde una convincente Jessica Chastain como la comandante Lewis (a la que debemos que la banda sonora sea muy disco) hasta un divertidísimo Donald Glover, astrónomo de la NASA con aparición protagonista estelar.

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Jessica Chastain como la comandante Lewis

Destacar los diálogos, cargados de realismo tanto en las apreciaciones técnicas y científicas como en la manera de desarrollarse en algunos tramos de la cinta, como confirma el astronauta español Pedro Duque en esta entrevista. El tacto con el que se transmiten algunas noticias, las bromas que se gastan los miembros de la tripulación unos a otros y los intensos debates que surgen durante la toma de decisiones están conseguidos con un nivel de realismo digno de reconocimiento.

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En definitiva, una obra muy redonda, que puede pecar de “positiva” en algunos momentos, pero que le den al cinismo si es que así se consigue contar una historia de aventuras espaciales de tal calibre. Quizás no llegue al nivel de trascendencia que alcanza “Interstellar” (2014) porque no creo que sea lo que busque, y sin duda supera en realismo y emociones a “Gravity” (2013) por lo que “The Martian” se postula como una de las películas más equilibradas en cuanto a viajes espaciales se refiere. Bravo por Ridley Scott, un verdadero científico en el arte de hacer cine.

PD: En esta película sale Sean Bean y, por increíblemente que parezca, no muere, así que él más que nadie disfrutará el temazo final de los créditos: «I will survive».

9 comentarios en “«The Martian»: La ciencia de la supervivencia.

  1. Hoy la vi en el cine, y está muy bien llevada. Sin embargo quedé con gusto a poco, pues me di cuenta (supongo en la intención del director de hacerla aún mas creíble) SPOILER :: que mucha parte de su aventura rumbo al cráter schiaparelli fué omitida y reemplaza por un «7 meses después» . creo que ese viaje, si bien no era tan influyente en la historia, agregaba mas incertidumbre y tensión. Y también, que en el afán de «apurar» la entrega de información, para quien no leyó el libro no era muy claro el «cómo» se aliaron la Nasa con los Chinos y real el propósito de éstos por ayudar.

    Fuera de eso, una gran película, que no decepciona y que (impotante!) … no agrega ni se toma demasiadas libertades para cambiar la historia, por lo que los que gozamos con el libro, pudimos disfrutar la película en totalidad. Saludos.

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    1. Muchas gracias por tu aportación Gonzalo. En cuanto a lo que comentas, supongo que adaptar una novela tan «larga» tuvo que tener sus complicaciones, tanto para Ridley Scott como para el guionista Drew Goddard. Tienes que tener en cuenta que manejan tres tramas a la vez con multitud de personajes, la principal en Marte, la que transcurre en la Tierra y la de la tripulación que está en la nave. Aún así coincido en que hubiera estado genial un mayor desarrollo de algunas partes de la historia, pero teniendo en cuenta que la peli dura casi 2 horas y 30 minutos (aunque se pase volando) alargarla más habría sido un error. Por cierto, no he leído la novela, pero me han entrado muchas ganas de hacerlo.

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